jueves, 9 de abril de 2020



Un día más de confinamiento en casa por el coronavirus. Hoy quiero recordar y enviar un calurosO saludo a todo  el personal sanitario del mundo entero. Gracias a médic@s enfermer@s, Administrativ@s, personal de limpieza y a tod@s l@s que hacen que nuestros hospitales y clínicas sigan adelante, en muchas ocasiones con menos personal del habitual, pero luchando para salvar al mayor número de contagiad@s. Desde aquí un agradecimiento sincero por vuestra labor.

Dicho esto y esperando que todo vuelva a la normalidad cuanto antes, quiero compartir de nuevo con vosotr@s un texto Bíblico, en esta ocasión es la última parte del capítulo 6. De verdad espero que lo disfrutéis:

Tesoros en el cielo

19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
La lámpara del cuerpo
22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;
23 pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?

Dios y las riquezas

24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

El afán y la ansiedad

25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
27¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Para mí la seguridad de que Jesús cuida de nosotr@s, como cuida de la naturaleza, me da aliento para seguir adelante. Sobre todo, me mantiene con ganas de poder compartir esa tierra nueva que nos promete a l@s que creemos y esperamos en Él. Y en la cual Él mismo estará entre nosotr@s y podremos agradecerle personalmente todo su sacrificio. 

VEN PRONTO JESÚS!!!                                                                                                                  TE ESPERAMOS!!


NO TE AFANES POR LO QUE HA DE SER MAÑANA
PUES LAS COSAS QUE HAN DE SER SERÁN
SÓLO PIENSA EN VIVIR BAJO SU GRACIA
Y ENTONCES LOS AFANES DE ESTA VIDA NO ESTARÁN.


No hay comentarios:

Publicar un comentario