Hola, amig@s, espero que no estéis demasiado desesperados después de más de un mes de confinamiento. Tened paciencia. Hoy podríamos orar todos y todas para que no nos falte la paciencia y podamos seguir tranquil@s hasta que acabe este virus que nos ha cogido por sorpresa. Hemos de orar para que Dios dirija esta situación y nos de a cada persona ánimo para sobrellevar una prueba tan dolorosa. Quiero orar por esas personas que mueren solas en casa y por esos familiares que no tienen la oportunidad de despedirles. Quiero orar para que todo esto cambie cuanto antes, únete a mis oraciones para que seamos mas. Gracias.
El capítulo que compartimos hoy es el de Mateo 14 y creo que nos da esperanza, y la necesitamos tanto en estos días que corren. Un día más, ahí os lo dejo para que lo podáis leer:
Mateo 14 - Biblia Reina Valera
1960
Muerte de Juan el Bautista
1. En aquel tiempo
Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús,
2. y dijo a sus
criados: Este es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso
actúan en él estos poderes.
3. Porque Herodes
había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa
de Herodías, mujer de Felipe su hermano;
4. porque Juan le
decía: No te es lícito tenerla.
5. Y Herodes quería
matarle, pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta.
6. Pero cuando se
celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y
agradó a Herodes,
7. por lo cual éste
le prometió con juramento darle todo lo que pidiese.
8. Ella, instruida
primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el
Bautista.
9. Entonces el rey se
entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa,
mandó que se la diesen,
10. y ordenó
decapitar a Juan en la cárcel.
11. Y fue traída su
cabeza en un plato, y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre.
12. Entonces llegaron
sus discípulos, y tomaron el cuerpo y lo enterraron; y fueron y dieron las
nuevas a Jesús.
Alimentación de los cinco mil
13. Oyéndolo Jesús,
se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la
gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.
14. Y saliendo Jesús,
vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos
estaban enfermos.
15. Cuando anochecía,
se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya
pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de
comer.
16. Jesús les dijo:
No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.
17. Y ellos dijeron:
No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.
18. El les dijo:
Traédmelos acá.
19. Entonces mandó a
la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces,
y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los
discípulos, y los discípulos a la multitud.
20. Y comieron todos,
y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas.
21. Y los que
comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Jesús anda sobre el mar
22. En seguida Jesús
hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera,
entre tanto que él despedía a la multitud.
23. Despedida la
multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí
solo.
24. Y ya la barca
estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.
25. Mas a la cuarta
vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
26. Y los discípulos,
viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron
voces de miedo.
27. Pero en seguida
Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!
28. Entonces le
respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las
aguas.
29. Y él dijo: Ven. Y
descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
30. Pero al ver el
fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo:
¡Señor, sálvame!
31. Al momento Jesús,
extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué
dudaste?
32. Y cuando ellos
subieron en la barca, se calmó el viento.
33. Entonces los que
estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo
de Dios.
Jesús sana a los enfermos en
Genesaret
34. Y terminada la
travesía, vinieron a tierra de Genesaret.
35. Cuando le
conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra
alrededor, y trajeron a él todos los enfermos;
Jesús explica la parábola de
la cizaña
36. y le rogaban que
les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron,
quedaron sanos.
Reconozcamos a Jesús como nuestro Señor,
Adorémosle, porque es el Hijo de Dios,
Pidámosle sabiduría y perdón,
Y entreguémosle, nuestro corazón.
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