miércoles, 22 de abril de 2020


Hola, amig@s, espero que no estéis demasiado desesperados después de más de un mes de confinamiento. Tened paciencia. Hoy podríamos orar todos y todas para que no nos falte la paciencia y podamos seguir tranquil@s hasta que acabe este virus que nos ha cogido por sorpresa. Hemos de orar para que Dios dirija esta situación y nos de a cada persona ánimo para sobrellevar una prueba tan dolorosa. Quiero orar por esas personas que mueren solas en casa y por esos familiares que no tienen la oportunidad de despedirles. Quiero orar para que todo esto cambie cuanto antes, únete a mis oraciones para que seamos mas. Gracias.

El capítulo que compartimos hoy es el de Mateo 14 y creo que nos da esperanza, y la necesitamos tanto en estos días que corren. Un día más, ahí os lo dejo para que lo podáis leer:



Mateo 14 - Biblia Reina Valera 1960
Muerte de Juan el Bautista
1. En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús,
2. y dijo a sus criados: Este es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes.
3. Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano;
4. porque Juan le decía: No te es lícito tenerla.
5. Y Herodes quería matarle, pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta.
6. Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes,
7. por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese.
8. Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
9. Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen,
10. y ordenó decapitar a Juan en la cárcel.
11. Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre.
12. Entonces llegaron sus discípulos, y tomaron el cuerpo y lo enterraron; y fueron y dieron las nuevas a Jesús.
Alimentación de los cinco mil
13. Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.
14. Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.
15. Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer.
16. Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.
17. Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.
18. El les dijo: Traédmelos acá.
19. Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud.
20. Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas.
21. Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Jesús anda sobre el mar
22. En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.
23. Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
24. Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.
25. Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
26. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo.
27. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!
28. Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
29. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
30. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!
31. Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
32. Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.
33. Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
Jesús sana a los enfermos en Genesaret
34. Y terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret.
35. Cuando le conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos;
Jesús explica la parábola de la cizaña
36. y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos.

Reconozcamos a Jesús como nuestro Señor,
Adorémosle, porque es el Hijo de Dios,
Pidámosle sabiduría y perdón,
Y entreguémosle, nuestro  corazón. 



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