Mateo 13 - Biblia Reina Valera
1960
Parábola del sembrador
1. Aquel día salió
Jesús de la casa y se sentó junto al mar.
2. Y se le juntó
mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la
playa.
3. Y les habló muchas
cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar.
4. Y mientras
sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la
comieron.
5. Parte cayó en
pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía
profundidad de tierra;
6. pero salido el
sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
7. Y parte cayó entre
espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.
8. Pero parte cayó en
buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por
uno.
9. El que tiene oídos
para oír, oiga.
Propósito de las parábolas
10. Entonces,
acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?
11. El respondiendo,
les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los
cielos; mas a ellos no les es dado.
12. Porque a
cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo
que tiene le será quitado.
13. Por eso les hablo
por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
14. De manera que se
cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no
entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis.
15. Porque el corazón
de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado
sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el
corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane.
16. Pero
bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
17. Porque de cierto
os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron;
y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Jesús explica la parábola del
sembrador
18. Oíd, pues,
vosotros la parábola del sembrador:
19. Cuando alguno oye
la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue
sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.
20. Y el que fue
sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe
con gozo;
21. pero no tiene
raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la
persecución por causa de la palabra, luego tropieza.
22. El que fue
sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este
siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
23. Mas el que fue
sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto;
y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
Parábola del trigo y la cizaña
24. Les refirió otra
parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró
buena semilla en su campo;
25. pero mientras
dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
26. Y cuando salió la
hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.
27. Vinieron entonces
los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena
semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?
28. El les dijo: Un
enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y
la arranquemos?
29. El les dijo: No,
no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.
30. Dejad crecer
juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a
los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla;
pero recoged el trigo en mi granero.
Parábola de la semilla de
mostaza
31. Otra parábola les
refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que
un hombre tomó y sembró en su campo;
32. el cual a la
verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la
mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del
cielo y hacen nidos en sus ramas.
Parábola de la levadura
33. Otra parábola les
dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y
escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.
El uso que Jesús hace de las
parábolas
34. Todo esto habló
Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba;
35. para que se
cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca;
Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.
36. Entonces,
despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos,
le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.
37. Respondiendo él,
les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.
38. El campo es el
mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del
malo.
39. El enemigo que la
sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los
ángeles.
40. De manera que
como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este
siglo.
41. Enviará el Hijo
del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de
tropiezo, y a los que hacen iniquidad,
42. y los echarán en
el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
43. Entonces los
justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos
para oír, oiga.
El tesoro escondido
44. Además, el reino
de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre
halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y
compra aquel campo.
La perla de gran precio
45. También el reino
de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas,
46. que habiendo
hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
La red
47. Asimismo el reino
de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda
clase de peces;
48. y una vez llena,
la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan
fuera.
49. Así será al fin
del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos,
50. y los echarán en
el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Tesoros nuevos y viejos
51. Jesús les dijo:
¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor.
52. El les dijo: Por
eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de
familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
Jesús en Nazaret
53. Aconteció que
cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí.
54. Y venido a su
tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se
maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?
55. ¿No es éste el
hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José,
Simón y Judas?
56. ¿No están todas
sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?
57. Y se
escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su
propia tierra y en su casa.
58. Y no hizo allí
muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.
Y para ti, A qué es semejante el Reino de los Cielos'
Venderías todo lo que tienes para adquirirlo?
Mi querido Señor
Quiero estar en tu Reino,
y por eso te pido
me prepares para ello.
No me importa lo que he de dejar,
ni tampoco lo que pueda perder.
solamente estar contigo
Mi Señor es lo que pido.
POR FAVOR AYUDAME!!
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