miércoles, 14 de febrero de 2018

  AMOR
 AI lgunas personas dicen que no hay amor más grande que el de una madre o un padre, y eso es tan cierto como que existe la noche y el día. Ellas y ellos lo dan todo por sus hijos e hijas, la vida, su tiempo, su sueño. Mientras estamos con ellas y ellos no dejan que nos falte nada, nos proveen de todo lo necesario, alimento vestido, abrazos. Sí, una de las cosas que más echamos de menos cuando nos alejamos de ellas y de ellos es el amor que nos dan a cualquier hora del día. ¡¡¡Si tan sólo pudiéramos devolverles un poquito de los que nos dan!!! Si les tratásemos con respeto y paciencia ganaríamos mucho en las relaciones padre/madre-hijo/hija.

Muchos sabemos que el amor de la pareja  también puede llegar a límites desconocidos ¡¡¡por amor puedes hacer tantas cosas!!! mudarte de casa, de ciudad, de país, el color de pelo…, hasta de religión, si nuestro nivel de enamoramiento es muy alto. Y es tan fácil corresponder al amor de tu media naranja. Decir te quiero con sinceridad, simplemente no está de moda, pero demostrar que esas palabras son sinceras es cuestión de imaginación y empeño.  ¡¡¡Si tan sólo pudiéramos cada día agradecer su compañía, el estar en nuestras vidas enriqueciéndolas!!! Sería tan fácil ver una sociedad con matrimonios más estables y duraderos.

Otro amor a destacar es el de los amos por sus mascotas, a veces los tratan casi como si de un humano se tratase, les abrigan y les visten  con ropa confeccionada especialmente para ellos, les alimentan, acarician… Es una pena que algunos de estas personas, con el tiempo, se cansen de los pobres animalitos y los abandonen, o lo que es aún peor: que los maltraten. ¡¡¡Si tan sólo pudiésemos sentir el dolor que les causamos!!! no seríamos capaces de someterlos a este trato vejatorio e indignante.

Reconozco que estos tres tipos de amor son fundamentales para la vida de todo ser humano, imprescindibles en el crecimiento y desarrollo de nuestra vida. Pero he encontrado el amor más grande  de todos, el que me llena de esperanza en un mundo mejor y más justo, el que me llena de amor y respeto hacia mis semejantes, ya sean mayores o menores, hombres o mujeres, ricos o pobres y por todos los seres vivos ya sean animales o plantas. Ese amor tan grande que no hay palabras para describir es  amor de Dios por el ser humano: porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.                   Evangelio de San Juan 3:16
En este día que muchos queremos dedicarlo a recordar y proclamar este sentimiento tan maravilloso, no olvidemos que para poder amar a los seres humanos, a los animales y a la naturaleza, debemos que estar conectados a la verdadera fuente de amor, al amor más sublime. Un amor que nos mostró Jesús al venir a esta tierra y enseñarnos el verdadero significado del amor.



 

viernes, 2 de febrero de 2018

Al terminar el primer mes del año, quiero mostrar mi gratitud a Dios que es la base de mi vida, reconociendo que todo se lo debo a él. 
Gracias por el Amor que mostró al dar la vida de su hijo para salvar a toda la humanidad, esa dádiva infinita del perdón de nuestros pecados a través de su muerte. Por eso la esperanza de su Segunda Venida a este mundo ilumina mi vida a cada paso que doy, motivándome a ser feliz y a compartir este mensaje.
Jesús nos invita a todos a confiar en él y a seguir sus enseñanzas que son tan necesarias para transformar nuestra vida, a practicar la obediencia en su palabra y vivir así esperar  que se cumpla su promesa.