lunes, 17 de mayo de 2021

 

Salmos 32 - Biblia Reina Valera 1960

La dicha del perdón Salmo de David. Masquil.

1. Salmo de David. Masquil. Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.

2. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño.

3. Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día.

4. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah

5. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah

6. Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.

7. Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás. Selah

8. Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.

9. No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, Que han de ser sujetados con cabestro y con freno, Porque si no, no se acercan a ti.

10. Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.

11. Alegraos en Jehová y gozaos, justos; Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.

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