viernes, 30 de octubre de 2020

 


2 Corintios 7 - Biblia Reina Valera 1960

1. Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

Regocijo de Pablo al arrepentirse los corintios

2. Admitidnos: a nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos engañado.

3. No lo digo para condenaros; pues ya he dicho antes que estáis en nuestro corazón, para morir y para vivir juntamente.

4. Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.

5. Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores.

6. Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito;

7. y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera que me regocijé aun más.

8. Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó.

9. Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte.

10. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.

11. Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto.

12. Así que, aunque os escribí, no fue por causa del que cometió el agravio, ni por causa del que lo padeció, sino para que se os hiciese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.

13. Por esto hemos sido consolados en vuestra consolación; pero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido confortado su espíritu por todos vosotros.

14. Pues si de algo me he gloriado con él respecto de vosotros, no he sido avergonzado, sino que así como en todo os hemos hablado con verdad, también nuestro gloriarnos con Tito resultó verdad.

15. Y su cariño para con vosotros es aun más abundante, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, de cómo lo recibisteis con temor y temblor.

16. Me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros.


Así que amados, puesto que tenemos tan grandes promesas,

limpiémonos de esta contaminación,

cuidemos nuestra carne y nuestro espíritu,

perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

miércoles, 28 de octubre de 2020

2ª Corintios 6

 


2 Corintios 6 - Biblia Reina Valera 1960

1. Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.

2. Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.

3. No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado;

4. antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias;

5. en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos;

6. en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero,

7. en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra;

8. por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces;

9. como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos;

10. como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.

11. Nuestra boca se ha abierto a vosotros, oh corintios; nuestro corazón se ha ensanchado.

12. No estáis estrechos en nosotros, pero sí sois estrechos en vuestro propio corazón.

13. Pues, para corresponder del mismo modo (como a hijos hablo), ensanchaos también vosotros.

Somos templo del Dios viviente

14. No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?

15. ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?

16. ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.

17. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré,

18. Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.

martes, 27 de octubre de 2020

2ª Corintios 5

 


2 Corintios 5 - Biblia Reina Valera 1960

1. Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.

2. Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial;

3. pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.

4. Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.

5. Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.

6. Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor

7. (porque por fe andamos, no por vista);

8. pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.

9. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.

10. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

El ministerio de la reconciliación

11. Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias.

12. No nos recomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis con qué responder a los que se glorían en las apariencias y no en el corazón.

13. Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros.

14. Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;

15. y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

16. De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.

17. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

18. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;

19. que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

20. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

21. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.


De modo que si alguno está en Cristo

nueva criatura es

por nosotros fue hecho pecado

para que fuésemos hechos justicia de Dios en Él.

lunes, 26 de octubre de 2020

2ª Corintios 4

 


2 Corintios 4 - Biblia Reina Valera 1960

1. Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos.

2. Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.

3. Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto;

4. en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

5. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.

6. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

Viviendo por la fe

7. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,

8. que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;

9. perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;

10. llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.

11. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.

12. De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.

13. Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,

14. sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.

15. Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.

16. Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.

17. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;

18. no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.


Porque Dios que mandó 

que de las tinieblas resplandeciese la luz

resplandeció en nuestros corazones

iluminando el conocimiento de su gloria en la faz de Jesús.

 

domingo, 25 de octubre de 2020

2ª Corintios 3

 


2 Corintios 3 - Biblia Reina Valera 1960

Ministros del nuevo pacto

1. ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros?

2. Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres;

3. siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.

4. Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios;

5. no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios,

6. el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.

7. Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,

8. ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu?

9. Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.

10. Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente.

11. Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece.

12. Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza;

13. y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido.

14. Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado.

15. Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.

16. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará.

17. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

18. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.


Porque el Señor es el Espíritu

y donde está el Espíritu hay libertad,

miremos por tanto la gloria del Señor

y en esa misma gloria nos transformará.

sábado, 24 de octubre de 2020

2ª Corintios 2

 


2 Corintios 2 - Biblia Reina Valera 1960

1. Esto, pues, determiné para conmigo, no ir otra vez a vosotros con tristeza.

2. Porque si yo os contristo, ¿quién será luego el que me alegre, sino aquel a quien yo contristé?

3. Y esto mismo os escribí, para que cuando llegue no tenga tristeza de parte de aquellos de quienes me debiera gozar; confiando en vosotros todos que mi gozo es el de todos vosotros.

4. Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán grande es el amor que os tengo.

Pablo perdona al ofensor

5. Pero si alguno me ha causado tristeza, no me la ha causado a mí solo, sino en cierto modo (por no exagerar) a todos vosotros.

6. Le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos;

7. así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza.

8. Por lo cual os ruego que confirméis el amor para con él.

9. Porque también para este fin os escribí, para tener la prueba de si vosotros sois obedientes en todo.

10. Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo,

11. para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.

Ansiedad de Pablo en Troas

12. Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió puerta en el Señor,

13. no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a mi hermano Tito; así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia.

Triunfantes en Cristo

14. Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.

15. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden;

16. a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?

17. Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.



viernes, 23 de octubre de 2020

2ª Corintios 1


 2ª  Corintios 

Capítulo 1

1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya: 
1:2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 
1:4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. 
1:5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. 
1:6 Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos. 
1:7 Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación. 
1:8 Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. 
1:9 Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; 
1:10 el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte; 
1:11 cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos.
1:12 Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros. 
1:13 Porque no os escribimos otras cosas de las que leéis, o también entendéis; y espero que hasta el fin las entenderéis; 
1:14 como también en parte habéis entendido que somos vuestra gloria, así como también vosotros la nuestra, para el día del Señor Jesús. 
1:15 Con esta confianza quise ir primero a vosotros, para que tuvieseis una segunda gracia, 
1:16 y por vosotros pasar a Macedonia, y desde Macedonia venir otra vez a vosotros, y ser encaminado por vosotros a Judea. 
1:17 Así que, al proponerme esto, ¿usé quizá de ligereza? ¿O lo que pienso hacer, lo pienso según la carne, para que haya en mí Sí y No? 
1:18 Mas, como Dios es fiel, nuestra palabra a vosotros no es Sí y No. 
1:19 Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que entre vosotros ha sido predicado por nosotros, por mí, Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en él; 
1:20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios. 
1:21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, 
1:22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones. 
1:23 Mas yo invoco a Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente con vosotros no he pasado todavía a Corinto. 
1:24 No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo; porque por la fe estáis firmes.

martes, 20 de octubre de 2020

1ª Corintios 16

 


1 Corintios 16

1Co 16:1 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia.
1Co 16:2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
1Co 16:3 Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén.
1Co 16:4 Y si fuere propio que yo también vaya, irán conmigo.
1Co 16:5 Iré a vosotros, cuando haya pasado por Macedonia, pues por Macedonia tengo que pasar.
1Co 16:6 Y podrá ser que me quede con vosotros, o aun pase el invierno, para que vosotros me encaminéis a donde haya de ir.
1Co 16:7 Porque no quiero veros ahora de paso, pues espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permite.
1Co 16:8 Pero estaré en Efeso hasta Pentecostés;
1Co 16:9 porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.
1Co 16:10 Y si llega Timoteo, mirad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor así como yo.
1Co 16:11 Por tanto, nadie le tenga en poco, sino encaminadle en paz, para que venga a mí, porque le espero con los hermanos.
1Co 16:12 Acerca del hermano Apolos, mucho le rogué que fuese a vosotros con los hermanos, mas de ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tenga oportunidad.
1Co 16:13 Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.
1Co 16:14 Todas vuestras cosas sean hechas con amor.
1Co 16:15 Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que ellos se han dedicado al servicio de los santos.
1Co 16:16 Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan.
1Co 16:17 Me regocijo con la venida de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, pues ellos han suplido vuestra ausencia.
1Co 16:18 Porque confortaron mi espíritu y el vuestro; reconoced, pues, a tales personas.
1Co 16:19 Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor.
1Co 16:20 Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.
1Co 16:21 Yo, Pablo, os escribo esta salutación de mi propia mano.
1Co 16:22 El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene.
1Co 16:23 La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros.
1Co 16:24 Mi amor en Cristo Jesús esté con todos vosotros. Amén.


Velemos y estemos firmes en la fe

todo lo que hagamos sea hecho con amor

Busquemos la gracia de nuestro Jesucristo

pues pronto volverá nuestro Salvador.


viernes, 16 de octubre de 2020

1ª Corintios 15

 


1 Corintios 15

1Co 15:1 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis;
1Co 15:2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
1Co 15:3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
1Co 15:4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
1Co 15:5 y que apareció a Cefas, y después a los doce.
1Co 15:6 Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.
1Co 15:7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;
1Co 15:8 y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
1Co 15:9 Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.
1Co 15:10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
1Co 15:11 Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.
1Co 15:12 Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?
1Co 15:13 Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó.
1Co 15:14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.
1Co 15:15 Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.
1Co 15:16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó;
1Co 15:17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.
1Co 15:18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron.
1Co 15:19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.
1Co 15:20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
1Co 15:21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
1Co 15:22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
1Co 15:23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
1Co 15:24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.
1Co 15:25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
1Co 15:26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.
1Co 15:27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas.
1Co 15:28 Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
1Co 15:29 De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?
1Co 15:30 ¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora?
1Co 15:31 Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que cada día muero.
1Co 15:32 Si como hombre batallé en Efeso contra fieras, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos.
1Co 15:33 No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
1Co 15:34 Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.
1Co 15:35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?
1Co 15:36 Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes.
1Co 15:37 Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;
1Co 15:38 pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.
1Co 15:39 No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves.
1Co 15:40 Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.
1Co 15:41 Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.
1Co 15:42 Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción.
1Co 15:43 Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder.
1Co 15:44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.
1Co 15:45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.
1Co 15:46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
1Co 15:47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.
1Co 15:48 Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales.
1Co 15:49 Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.
1Co 15:50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
1Co 15:51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
1Co 15:52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
1Co 15:53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
1Co 15:54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.
1Co 15:55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
1Co 15:56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.
1Co 15:57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
1Co 15:58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.



jueves, 15 de octubre de 2020

1ª Corintios 14

 


1ª Corintios 14

1Co 14:1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.
1Co 14:2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.
1Co 14:3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
1Co 14:4 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.
1Co 14:5 Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
1Co 14:6 Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?
1Co 14:7 Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?
1Co 14:8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
1Co 14:9 Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire.
1Co 14:10 Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado.
1Co 14:11 Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí.
1Co 14:12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.
1Co 14:13 Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla.
1Co 14:14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
1Co 14:15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
1Co 14:16 Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.
1Co 14:17 Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado.
1Co 14:18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros;
1Co 14:19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
1Co 14:20 Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.
1Co 14:21 En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.
1Co 14:22 Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.
1Co 14:23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?
1Co 14:24 Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado;
1Co 14:25 lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.
1Co 14:26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.
1Co 14:27 Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete.
1Co 14:28 Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.
1Co 14:29 Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.
1Co 14:30 Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero.
1Co 14:31 Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados.
1Co 14:32 Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;
1Co 14:33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos,
1Co 14:34 vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.
1Co 14:35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.
1Co 14:36 ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado?
1Co 14:37 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.
1Co 14:38 Mas el que ignora, ignore.
1Co 14:39 Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas;

1Co 14:40 pero hágase todo decentemente y con orden.

miércoles, 14 de octubre de 2020

1ªCorintios 13

 


1 Corintios 13

1Co 13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
1Co 13:2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
1Co 13:3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
1Co 13:4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
1Co 13:5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
1Co 13:6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
1Co 13:7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
1Co 13:8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
1Co 13:9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
1Co 13:10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
1Co 13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
1Co 13:12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
1Co 13:13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.


Hay tantas cosas que puedo hacer,

hablar en lenguas, o tener fe,

ser buen profeta y ciencia tener,

mas sin amor, vacía estaré.


Y es que el amor lo soporta todo,

no busca lo suyo y todo lo da,

tiene paciencia y no tiene envidia,

no guarda rencor y ama la verdad.


Todo lo sufre, todo lo espera,

lo cree todo, y nunca deja de ser,

porque el amor es mayor que todo,

mayor que la esperanza, e incluso de la fe.